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viernes, enero 04, 2008

¡A la mierda 2007!



Que esa fue la última frase que escuché el año pasado, o la primera que escuché este (lo que sea con tal de darle aspecto de literatura al post), pero la intensidad sonora con la que llegó el titulo a mis oídos no lo recuerdo: nos lo construiremos en la mente casi como un grito (esto es más alto que la música puesta al 14 y aún más que mis gritos sevillistas), rabioso y combativo, algo que dejó a los asistentes a aquella reunión (o a mi solo) pensativos e inseguros 14 segundos antes de que sonaran defectuosamente y una tras otra, en ese orden, las doce campanadas que anunciaban el fin del nuevo año, o el principio de este.

Que la frase quedo en mi cabeza el resto de la noche es cosa evidente, y así se lo daremos a entender a los que esto leen: saltándonos las obligadas lecciones de geografía, historia, y grandes festejos del país del que era presidente y mayor (y mejor) representante aquella noche.

Y la tarde se presento helada, y el que fuera mi país destruido: mis antiguos compañeros (resakosos y adormecidos) me seguían pareciendo confundidos por aquella sentencia. Y es que a todos nos hubiera gustado haber tenido la lucidez de haber pronunciado aquello en aquel momento ¡a la mierda! que diría el anarquista ¡a la mierda!

Que el año en el que nos hemos metido será peor, o, en el mejor de los casos, no tan frío, o no tan caliente, es lo de menos: ya lucharemos como podamos contra él, ya nos carean las desgracias una tras otra sin ningún orden, pero a ti askeroso año 2007, que me hubiera gustado, en medio de nuestro permanente e irremediable optimismo, y en medio de nuestra inmoral e incorregible alegría vital mandarte a la mierda, y desearte que allí te pudras.

Por vil y asesino.

Nojeque.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Los esquimales tienen cuatro términos distintos para designar la nieve,los habitantes de Burdeos utilizan una palabra precisa cuando hablan de la pereza y la desidia,los cuatrimonios no existen más lejos de los kilómetros cuadrados que encierra el Barrio de Saint Michel,son palabras inexistentes,como la Saudade. El francés solitude está muy lejos de tener el mismo sentido y no alcanza la expresividad de saudade o su riqueza semántica, el echar de menos solo abarca una ínfima parte de su sentido, la melancolía es una pariente lejana.La saudade no discrimina y una vez que te agarra el dedo meñique del pie,te ataca una cojera anacrónica en todos los argumentos o movimientos que intentas llevar a cabo,como una pequeña reflexión sobre el año que terminó.Es lo mismo,la saudade no discrimina ya verbalices sobre el tiempo que te arrolla sobre el camino de baldosas amarillas o la semántica en el discurso de los franceses utópicos.Y año tras año recurre la falsa certeza saudática,como si de una cándida albicans se tratara,de que el año que pasa,aunque lleno de rocas sucias y raíces extrañas y cuanopios arrojados al fondo de bolsillos con agujeros,te arañó más que el otro que ya casi olvidaste.La saudade es esto,en fin,...,apaguen la luz,cierren la puerta y dejen de hacer ruido de zapatillas en el pasillo,quede yo solo en le cuarto con el gran sosiego de mí mismo,es una universo barato.
Besosos,sueños caleidoscópicos, que el país Violeta no sea destruído y sobretodo que la tarde nunca se presente helada.

La Chica de la Tienda de Mascotas

Anónimo dijo...

amen

Edu dijo...

Despu,es de un cuarto de hora leyendo en mi propio idioma y no entender nada, decido pasarme de nuevo al ruso que al menos ofrece justificiones razonables a mi no comprender.

Saludos a todos, de nuevo desde Kiev, donde el sol me acompaña estos dias. Eso sí, me siento un poco ridículo por haber llegado a pensar que en Segura de la Sierra hacía frio...

Barbary dijo...

A mi me ha pasado lo contratrio, depués de haber estado en el cortijo en diciembre, mi cuarto es la gloria, aunque nunca le haya dado el sol.

Yo siento un poco la saudade...se me ha agarrado al dedo del pie. 2007 ha sido una continuación maravillosa de lo que comenzó en 2006...Definitivamente tenemos que deshacernos de nuestras mentes saudáticas. Como dice mi mama, hay que cambiar el chip.