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martes, febrero 20, 2007

ANÁBASIS

"Y al ver escrito lo que hablamos, nos sorprende nuestra incapacidad de hablar como escribimos" (José Ingenieros)

Hablaré un poquito de mi Clon, una vez más.

Empieza su nueva expedición hacia el interior; la ciudad Universitaria le llaman al sitio a donde se dirige; con ese nombre no pocos buenos momentos le esperan.

Y es que no hay nada como una expedición para sentirse vivo.

Se puede sentir afortunado: deja grandes amigos atrás, se encontrará con magníficos amigos en el camino; vivirá con excelentes amigos allá.

Así cualquiera. Así es muy fácil.

Un tipo con suerte.

Para cuando vuelva será ya una persona de bien; uno más de la bendita sociedad. Algo productivo. Algo con función.

Así que antes de que esa tragedia ocurra os espera a todos por allí.

Os contaré más cosas de él.

¡Salud, Libertad, y Aventuras!





jueves, febrero 08, 2007

Y EL HURACAN LLEGÓ

Hola chavales, chavalas, y chino.

Me ha mandado mi queridísima Cristina un texto para que el CE lo lea y decida si es publicable o no (cosas de la gran prensa).

Pues bien, una vez dado el visto bueno (ejem Edu ummm ¡hola!), y después de haber quitado algunas palabras de mal gusto, ahí os llega el texto.

Esperemos que Coco pueda leerlo y opinar, que con esto del nuevo curro no tiene tiempo pa ná, el pobre.

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¿HABLAMOS DE FÚTBOL?

Bueno, me atrevo a entrar en un tema en el que probablemente me veré algo sola pero me da igual. Espero no ofender a nadie, sólo quiero que entendáis por qué me parecéis tan coñazo y tan ridiculines cuando habláis una y otra vez de fútbol. Y especialmente aquellos que van de revolucionarios….Pues bien, esto es lo que pienso:

Odio el fútbol chavales, lo odio (tanto como al reegeton, al Tomate y OT). Y creo que tengo mis razones. Es una mierda, una bazofia mental, puro control de masas. Y vosotros, consumidores deportivos, sois unos pobres borregos. Vivís bajo el yugo de la hipocresía futbolera. Ahora os explico el porqué de mi pensamiento (tranquilos chavales, que más de uno estará ya intentado saltarme al cuello ¿eh Cuki?).

Primero me gustaría decir que no estoy en contra del fútbol en sí como deporte. De hecho, alguna vez he jugado y me ha gustado. Aunque no lo creáis podía defenderme (más o menos, no exige demasiada habilidad). Por otro lado es un deporte barato, tan sólo necesitas una pelota y una chaleco o algo similar a modo de portería y ¡a jugar!

Otra cosa que me gusta del fútbol es su carácter democrático. No importa si eres negro o amarillo, si provienes de Inglaterra, de Brasil o Nicaragua, da igual si eres feo de la hostia o un tío bueno. Lo que importa es si juegas bien al fútbol o no, y esto supera muchísimas barreras que por otro camino no se podrían superar. Si no, a ver si Ronaldiño hubiera llegado a algo siendo negro, de un país subdesarrollado y encima más feo que pegarle a un padre. Quizás lo único medio sano que tiene este absurdo circo.

También me gustaría aclarar que no estoy en contra del fútbol porque sea algo poco “intelectual”, de palurdos de cerebros vacíos o cosas así. No es eso lo que me molesta (ese es otro tema). A mí lo que de verdad me molesta es la hipocresía futbolera. Y estaréis pensando, ya está otra vez la puta futbolófoba esta con su odio irracional al fútbol. No os piquéis todavía, dejadme acabar.

Y digo hipocresía porque cada vez que alguien me da un argumento a favor del fútbol me parece lo más hipócrita del mundo.

Los conozco todos:

“El fútbol es un deporte, promueve la salud, la deportividad, el trabajo en equipo, saca a muchos chavales de la calle….”. Bueno, me río de Janeiro. Lo que el fútbol hace de verdad es promover la competitividad, el favoritismo, la agresividad, el ser mejor que los demás y otros valores igual de peligrosos. Un niño no aprende a jugar en equipo, aprende a hacer trampas sin que el árbitro le vea (como sus ídolos, esos grandes ejemplos de deportividad y sabiduría). Lo lúdico ya no tiene cabida. O cada vez menos. Cierto es que muchos niños practican fútbol y que esto es muy bueno, pero también es cierto que cada vez prefieren más verlo por la tele (hay fútbol a todas horas) o jugarlo en la playstation. Además hay más deportes. Y qué decir de la cantidad de gordos sebosos que no han tocado un puto balón en su vida y se pasan los partidos bebiendo cerveza y comiendo mierda. Y me temo que es el caso de la mayoría. Una buena forma de promover la salud ¿no?

Pero hay muchos más. “El fútbol te evade, es un simple entretenimiento”. Esto puede que sea cierto en muchos casos, espero que en los vuestros sea así (si aún conserváis vuestro espíritu crítico claro). Pero aquí hay más hipocresía, en este caso hipocresía capitalista. El fútbol no es una forma de evasión, es una forma de control. Os mantienen atados a unos colores y por tanto a unas empresas. Además, es mejor ver el partido que pensar en el hambre en el mundo, en las guerras, o en que uno no puede llegar a mediados de mes (porque a fin de mes ya es imposible) o pagar una hipoteca de 50 años. Quizás en algunos casos una cosa no quite la otra, pero en la mayoría hay que reconocer que el fútbol es un factor adormecedor, el nuevo opio del pueblo. Si la vida es una mierda vete al campo de fútbol y grítale un par de obscenidades al árbitro, te quedarás mejor….pero ¿y si pruebas a preocuparte por cosas que importen de verdad?, bueno, no es necesario, dentro de cinco minutos hay más fútbol en la tele.

Más cositas: “El fútbol es disfrutado por todo el mundo, hasta por los países pobres, y los jugadores hacen muchas labores humanitarias”. Sí, sí, y unos poco se enriquecen a vuestra costa. Además hablamos de un enriquecimiento bastante DESMESURADO e inmoral. Imagino que pensaréis que como cualquier otro negocio pero no es así. Los grandes clubes se enriquecen a costa de recalificar terrenos, especular con las cadenas televisivas y en promociones deportivas, manipulando a los borreguillos como vosotros que estáis dispuestos a tragaros hasta a Ronaldo tirándose un peo porque es fútbol. Incluso las administraciones públicas subvencionan a muchos clubes, como por ejemplo el Osasuna si no me equivoco, para no se qué historia de reformar el campo. Vosotros estaréis mejor informados que yo. No me parece mal que subvencionen el deporte, pero hay más deportes a parte del fútbol que no se subvencionan una mierda. Es vergonzoso.

El fútbol es un negocio que mueve muchísimo dinero, no voy a entrar tampoco en lo que se podría hacer con ese dinero porque ocurre lo mismo con otros muchos negocios. Sólo digo que la forma de ganar dinero no es tan sana y tan ética como nos quieren pintar. Y si no que se lo pregunten a Lopera, Del Nido, Gil...etc, todos ellos unos santos. Pues vosotros contribuís, y mucho, a que gente como esta se haga rica y poderosa. Una gran aportación a la sociedad.

También me hace mucha gracia cuando argumentáis que Zidane, por ejemplo, gana tanto dinero porque es el único que sabe hacer lo que hace. Pues mi tío es el único que escupe un hueso de aceituna a 35 metros y nadie le paga 1000 millones al año.

Y ahora entro en lo que de verdad me saca de quicio, lo que de verdad es superior a mí. En primer lugar (no por orden de jodienda sino por empezar por algo), la omnipresencia del fútbol. Cuando veo a un soplapollas cada día, al final del informativo, con su corbata y hablando de fútbol con una seriedad como si de una cumbre de estado se tratase, no sabéis cómo me enciendo. ¿Acaso el fútbol es noticia? ¿Tiene alguna relevancia? ¿Hay que hablar del fútbol todos los putos días? ¿Es justo que se le dedique el 99.9% del tiempo de deporte a un único deporte? Joder, que no a todo el mundo le gusta el fútbol. Además, si es un entretenimiento, ¿qué coño hace ese tío en el informativo? ¿Y hablando con esa seriedad y esa terminología? Y alguno dirá “pues cambia de canal”. Da igual, en todos hay fútbol a la misma hora (cosa que no ocurre con cualquier otro tipo de programas ni de coña), y además en el INFORMATIVO, un supuesto servicio público de información. Es superior a mí. Las parrillas televisivas están inundadas de fútbol y nadie dice nada ni hace nada, en cambio se tiran horas hablando del mal que hace la prensa del corazón y la programación basura, que no hay donde elegir. Pues es lo mismo. Que ochenta periodistas estén detrás de un analfabeto después de un partido tiene cojones. Y me refiero a jugadores y entrenadores, la flor y nata de la sociedad, semidioses de carne y hueso, cuyo lenguaje parvulario es digno de censurar directamente. Y cuánto más lo ponen más lo veis, realmente patético (en mi opinión, insisto). Y si hay un atentado en Bagdad con 150 muertos, medio minuto es suficiente. Lo sentimos pero es hora del tiempo de deporte.

Otra cuestión que me toca el chichi especialmente (por no decir que ME TOCA EL COÑO) es la asimilación por parte de la sociedad de que el fútbol es el deporte rey y que no podemos hacer nada contra él. Podemos paralizar un país por un Barsa-Madrid, o reventar el centro de una ciudad si un equipo gana una competición. Gritar, pitar con el coche, es decir, dar un por culo impresionante al resto de la humanidad. Pero no pasa nada, porque es fútbol. Si hay un piquete de obreros manifestándose entonces, carga policial. Si hay botellón, multas a tutti plein. Pero si tu equipo ha ganado la liga o la copa puedes mearte en mi buzón si quieres que es lo más normal, la policía no hará nada y yo no me quejaré. Si el fútbol es el deporte rey ¿qué pasa con los republicanos como yo que sólo queremos una vida sin fútbol? Pues a joderse.

En fin y aún me quedan un montón de cosas más. La violencia en los estadios (véase el ejemplo de Italia), el racismo, los grupos de ultraderecha que se camuflan de seguidores…etc. Pero sin duda alguna lo que más me jode y con diferencia es el machismo que hay en el fútbol. Y quien niegue esto es que no ve más allá de sus narices. Sí, hay mujeres a las que les gusta el fútbol pero todos sabemos cuál es la realidad. ¿Por qué no hay fútbol femenino en la tele? ¿No existe? ¿Tanta diferencia hay de calidad entre el femenino y el masculino como para ignorarlo totalmente? No lo entiendo. El fútbol es un deporte de hombres para hombres, o más bien de niños para niños. Una buena forma de perpetuar el sistema patriarcal de esta sociedad de mierda en la que vivimos. Y lo que ello conlleva claro, ya sabéis…torturas domésticas, asesinatos, sumisión sexual, afectiva y laboral…nada, unas chorraditas que a veces las mujeres tenemos que aguantar. Gracias por ello chavales.

Quizás es cierto que hay una parte que se me escapa, no puedo entender cómo uno llora en una final de la UEFA o cómo uno se entristece tanto cuando su equipo pierde. Esto es algo en lo que no voy a entrar mucho porque como ya he dicho, se escapa a mi entendimiento. Pero permitidme que exprese mi postura, viendo el asunto desde el exterior, intentando desprenderme de todo irracionalismo. Cuando me habláis de ilusión, de emoción, de sentimiento, parecéis niños ¿El fútbol os da tanto como para que le sirváis tan fielmente? A mi me parece más bien fanatismo, una absurda idolatría, una falsa de la que sois esclavos. Pero bueno, es sólo mi opinión.

Seguro que más de uno pensará que yo lo que estoy es saturada porque mi amigos hablan el 70% del tiempo que pasan juntos de fútbol, y que mi novio es el más futbolero del mundo pero dejadme que os diga que no es así. De hecho me da igual, si queréis perder el tiempo con el fútbol es vuestro problema. Yo prefiero leer un buen libro o ir a la playa los domingos. Sólo una pregunta ¿qué pasaría si invirtieseis todo el tiempo que le dedicáis al fútbol a hacer otra cosa?, Es sano tener hobbys, pero cuando un hobby se convierte en fanatismo (y con eso me refiero a que tu vida y tus planes giren en torno a la programación deportiva), no es muy positivo que digamos.

En fin, ahí va mi parrafada. Espero que esto sirva sobretodo para polemizar, y que la peña se anime a decir lo que piensa. Acepto todo tipo de caña, y por favor, espero que para defender el fútbol nadie utilice la técnica pepera de compararlo con la prensa del corazón y cosas así. Estamos hablando de fútbol, sólo de fútbol. También agradecería argumentos más sólidos que “el Sevilla es lo más grande” y demás pajadas mentales.

Perdón y gracias.

lunes, febrero 05, 2007

YA NO HACEMOS TORRES

Ya no hacemos torres.

Ya no somos de la Kafir.

Nos civilizamos.

Y tampoco eso lo hicimos bien: ahora somos ciudadanos salvajes. Ni eso. Ciudadanos del tipo C.

Antes hacíamos Torres; de madera: con pita y troncos.

Las hacíamos con nuestras manos, o con las manos de nuestra TROPA.

Eran torres altas, resistentes, sólidas, ámplias, cómodas…

Servían para ver como los otros no nos seguían, para ver como el otro se acercaba, torres para dormir, comer, jugar, cantar, reír, vivir…pero sobre todo servían para ser construidas. Y para ser destruidas.

Éramos salvajes; nos exterminaron. Éramos más jóvenes, y mejores. Pensábamos lo que queríamos, y lo hacíamos, o no. Pero siempre teníamos la posibilidad de hacerlo. Ya ni esa posibilidad nos queda.

Nos Civilizamos. Y ahora somos lo peor de la civilización. Pero así a ellos ya no les preocupamos.

Ahora ya no hacemos Torres; a veces las compramos y así nos quedamos tranquilos.

Éramos felices, pero la rutina no nos dejó darnos cuenta.

En el fondo todos queremos volver ¿Pero a donde?

Quiero volver a hacer torres. Y dejar de mirar (aunque sea un ratito) el ordenador.

Quiero no consumir más cultura, sólo tumbarme en la torre bajo el Sol


domingo, febrero 04, 2007

Babel

Acabo de ver la última película de Alejandro González Iñárritu, BABEL, que se parece bastante a sus otras pelis, Amores Perros y 21 gramos. Estas dos me gustaron mucho, sobre todo Amores perros, y como soy así de simple, pues esta también me ha gustado, mucho.




No voy a entrar en la fiesta de planos imposibles y demás tecnicidades, que dejamos para Cristina, y otros profesionales, os pongo este enlace a la crítica de la película que hace Javier Ocaña.

Son más de dos horas y media de película, y como yo suelo ver las pelis sin prisas para que acaben y la peli no se hace pesada, las he disfrutado. Si fuesen dándole al pause cada segundo de la película, a parte de durar más de las dos horas y media, te encontrarías con cientos de fotogafías preciosas, todas ellas dignas de participar en una exposición, y sólo por eso, ya merecería la pena ver este film.

Pero hay mucho más bajo todo ello, hay una buena película que como las anteriores de este direcotr, va a esos sitios incómodos, neuras y complejos de nuestra sociedad y nuestras mentes.

Me ha gustado.