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"Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras"
Martí.
Era Física, y eso es lo de menos; y partiendo de ese precario lazo común yo pensaba que no sería muy difícil conocerla. Era un íntimo plan que pensé muchas veces, lo repase una y otra vez, pero no por ello dejaba de ser un plan sencillo: ir a la facultad de física de la Habana, buscar su lugar de trabajo, y presentarme. Sin más. Lo más difícil consistía en llegar a Cuba, pero eso debía pasar tarde o temprano: era cuestión de tiempo, y tiempo tenía todo el del mundo. No había prisa. Pero la realidad es que estamos aquí de prestados, y siempre hay prisa y todo el tiempo del mundo se va en una curva.
No me gustaría ser frívolo. Hace unos días murió Celia Hart revolucionaria cubana, hija de los históricos revolucionarios Armando Hart, y Haydeé Santamaria, en un accidente de tráfico en la Habana. Escribía con frecuencia en rebelion y aporrea; y de eso la conocía yo. Porque para mi el conocerla era tan obvio que no distinguía mucho entre presente y pasado. Digo que no me gustaría ser frívolo porque la noticia es bien triste, y no quiero que esto sea un post de florituras para acabar hablando de mi mismo.
Si escribo este post es porque creo que las ideas de Celia deben ser leídas una y otra vez. Y que con que tan sólo uno de vosotros después de leer esto se decida a leerla, ya será algo positivo. Y algo es mas que nada.
Y si hablo de mi en este post, es porque me gustaría trasmitiros la fuerza y el optimismo que ella me trasmitía a mi para que os lo pueda pasar también a vosotros.
Los huracanes pasaban por Cuba, y yo entraba ese día en rebelion buscando justamente algún artículo suyo que me dijera que, pese a todo, ahí estaba la revolución (los revolucionarios: el pueblo cubano) dejándose la piel para que ni un sólo de los cubanos perdiera la vida. Días antes había escrito sobre el penúltimo huracán, y pensé que con que el siguiente huracán -mucho más potente que el anterior- escribiría de nuevo. Y en vez de eso me encontré con la noticia de su muerte. Demoledor.
Era Troskista (troskera), guevarista, y fidelista. Y ella hacía que todo eso fuera posible. Igual que hacía que fuera posible el escribir desde la vísceras, como sólo una mujer sabe hacerlo o como sólo yo a mujeres les he visto escribir, pero siendo científica. Absolutamente antidogmática pero sin dejar ni una linea donde poder inyectar el veneno de la contra y el reformismo. Sus escritos no dejan lugar para la indiferencia. Cada vez que terminaba una lectura suya acababa con la misma sensación, con la misma idea: el mundo puede cambiar de base, pero hay que echarles muchos ovarios para que eso pase. Si alguna vez me entraba el pesimismo un artículo suyo era la mejor medicina. La echaré mucho de menos, así como la echarán mucho de menos los luchadores de Latinoamérica: era una voz demasiada necesaria,una voz imprescindible: desde Cuba y con su ordenador como única arma, regalaba ánimos, ideas, cobertura, críticas, allá donde se encontrara la linea de batalla, allá donde estuviera la primera trinchera. Y los revolucionarios la sentían cercana y sentían cercano todo un mundo que estaba con ellos.
Radicalmente internacionalista, rescató a Trosky de las garras del imperialismo y lo puso en el centro del debate socialista. Ella sola. Recuperó a Trosky desde Cuba. Desde la Cuba Castrista: sin dejar de apoyar a Fidel nunca. No digo que Cuba sea ahora Troska, pero ella cogió a Trosky e hizo que todo el mundo se pusiera a debatir. Descubrió la evidencia de la conexión entre el pensamiento del Che, y de Trosky. Entre el de Marti, y Trosky. Una mujer desde un teclado consiguió lo que no habían conseguido años y años de tendencia marxista. Es quizá (y esto es mi opinión) una de las mayores aportaciones (reconquistas) que ha hecho la izquierda desde la caída del muro de Berlín. Y todo lo hizo desde el rigor y la pasión. Desde la poesía, y la ciencia. Con una prosa llena de belleza.
Ella que tanto temía la muerte de Fidel, se fue de este injusto mundo antes de que eso ocurriera: la conquista del cielo está, desde que ella se fue, más complicada, ojala sus ideas, sus escritos, puedan paliar su marcha.
¡Hasta siempre, compañera! ¡La lucha continua!
¡Venceremos!
Ps: Sus armas aquí. Pueden ser vuestras.
sábado, septiembre 27, 2008
Una Mujer
Publicado por Alberto en 1:21 p. m.
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2 comentarios:
Hola! Acabo de volver de Moscú, y vivo en Ucrania, y a lo mejor no son los melores sitios para leer muchas de las cosas que dices en este post.
Una pena lo de esta mujer, de la que no conocía nada, y que seguro que es muy interesante.
Por cierto, Moscú impresionante, en todos los sentidos.
Un abrazo!
Qué cosas? No se que cosas son, pero intuyo que justo estás en el mejor sitio para leer eso.
Un beso.
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