Un post de Cine

Publicado por Edu

Para seguir en nuestra labor de recuperar el tiempo que hemos perdido durante todos estos años, que sin duda ha sido mucho, al menos en mi caso, demasiados exámenes, demasiadas clases de derecho escuchando a un profesor (presunto catedrático) leyendo algo que podrías leer perfectamente por tu cuenta, e incluso más rápido que el presunto, o venga, por qué no, alguna horilla de más jugando al ordenador o la play o esas cosas y en los últimos tiempos, mucho tiempo haciendo como que trabajas, para continuar esa labor de recuperar, decía, ese tiempo perdido, vamos a intentar recomendarnos desde aquí películas que veamos, libros que leamos y lo que os venga saliendo de las pelotas, que sea buenecillo y sobre todo, más o menos necesitado de ser recordado y recuperado.

Lo suyo sería que nos ayudemos los unos a los otros, a recordar o conocer esa típica peli o el mítico libro que en su día dejaste pasar y que ahora de otra forma no pillarías ni de coña, entre otras cosas por la puta costumbre de nuestras televisiones de poner siete buenas películas al año y eso sí, con una constancia admirable, ya que cada año son las mismas siete (quién no ha visto unas ocho El Fugitivo?) o el miércoles a las 4 y 23... de la madrugada.

Y para ello se creará la categoría "En el fondo del armario" y que hemos incorporado a la barrita esta que veís a la derecha... no te emociones Pepe, que no es con ese sentido, y por ahora no convertiremos el blog en sitio de resolución de problemas de identidad sexual, la cosa es para que pensemos en esa pobre peli que nunca vemos por que está desde el año X detrás de otras cinco (de casette, ni siquiera DVD), con dos libros encima...

Y yo empezaré recomendando dos pelis que seguro que muchos habéis visto ya, que yo he visto hace poco y me emocionaron mucho ambas dos, Nuovo Cinema Paradiso y El tren de la vida.

Son dos películas para ver con calma, sin prisa, disfrutándolas, sobre todo en la primera hay secuencias maravillosas, que te ponen los pelos de punta, de una sensibilidad exquisita, y una banda sonora que de éstas que todos tenemos en algún sitio de nuestra cabezona, incluso sin haber visto la película, esperando solo a ser recuperada en algún momento. No dejéis de verla, es el arte de hacer bonito lo que se cuénta a través de cómo se cuenta, que es lo que en definitiva debería ser el cine mucho más frecuentemente de lo que lo es. En mi opinión, claro está.

Y tren de vida tres cuartos de lo mismo, recupera el cuento, y con un punto más de comedia (a lo Kusturica, pero más llevadero) y cuándo veáis la película entenderéis por qué digo esto, hace algo muy parecido a lo que hace Benigni con su La vida es bella, pero en mi opinión, de una forma artísticamente superior y mucho más respetuosa con el contexto en el que sitúa la acción, que como os imaginaréis, es el Holocausto.

Ya iréis dicendo.