Para comprar fotos del blog y que te las lleven a casa:

jueves, julio 30, 2009

Aunque ya no salgan en la tele...

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El otro día leía este artículo de Elvira Lindo, la de Manolito Gafotas, y tocó varios temas con los que estoy muy de acuerdo y con su estilo hace una reflexión que yo desde hace algún tiempo pensaba en cómo hacer con vosotros.

En el artículo, se plantea si esa gente que parece dominar el espacio y el tiempo de nuestras sociedades actualmente, es decir, los que se gastan 1.547.898 euros por unos calzoncillos con palomino fresco de Mick Jagger; las princesas, reinas y modelos que renuncian a su vida, única mientras que Natzinger no demuestre lo contrario, privada y sentimental a cambio de sengre azul para sus vástagos, o de joyas para su ego, etc., si esa gente, decía, son tal mayoría como para copar todo lo que ocupan, y por tanto, a lo que esto nos parece, una vez más, mierda, somos una marginal minoría, o si por el contrario, es una minoría la de la veneración del palomino de caché, amplificada, fomentada, e incluso anhelada por los mismos medios que se ocupan de ella, ya que al fin y al cabo, son sus clientes, y los que le pueden ayudar a salir de esta "crisis" con la que quieren comernos la moral.

Esos medios, períodicos, radios, televisiones, que muy acertadamente están dejando de denominarse "medios de información" para llamarse "medios de comunicación". Porque es eso lo que son. Son agencias coporativas de comunicación, departamentos de imagen o como los quieras llamar, de grandes grupos empresariales, que pertenecen a bancos, y que tinene sus productoras de cine, de ocio, sus grupos editoriales, y cuyo rendimiento económico (aparte del que ellos mismos producen en sus ramas empresariales directamente a través de publicidad) están directamente ligados a la publicidad que les contratan otros sectores conexos: ej: la banca o el corte inglés a "el país" o el "abc", el real madrid o nike a "el as". Esto, todo ello muy obvio, parece que se nos olvida, porque muchas veces damos credibilidad a lo que e ellos se dice, y aunue con la razón nos damos cuenta, inconscientemente olvidamos que TODA campaña informativa, TODA letra y espacio públicado en un períodico, que tiene un coste, ha de ser rentablilizado, y la forma de rentabilizarlo, es que nosotros nos dejemos los dineros o en los otros productos de la empresa de la cual el períodico es el departamento de imagen o comunicación, o en los productos de aquellas empresas que se publicitarán en él.

Este bombardeo, como quizás diría lachicadelatiendadelasmascotas, de lo banal, es una de las cosas que menos me gustan de vivir en mi país, y por el contrario, la disrtancia que se adquiere, y el semiaislamiento, si se puede sonsiderar aislamiento no enterarte de estas cosas, y la libertad que con ello se gana, algo que adoro de vivir fuera de él.

Un ejemplo que hemos vivido este año, el diluvio de Slumdog Millionare. Dentro de 5 años nadie se acordará, pero es la película que este año ha ganado todo lo que se podía ganar, y que había que ver si querías estar legítimado para hablar sobre la India, la ONU, Afganistán y la crisis mundial. Bueno, pues por fín la vi hace un par de semanas en el AVE, y vaya tela. Si esa es la película que nos tiene que mostrar la verdad sobre la situación de la India, Torrente me parece más desgarradora. Y qué curioso, fijaros qué diferencia la crítica que se hacía de ella en EL PAíS, la semana de su estreno en España, en febrero, que sin ser un alago constante, pues yo, con mis limitaciones pero que se leer no me entero de si es buena, mla o regular en opinión del crítico, y lo que se dice de ella en esta otra círtica, en mayo, cuando ya todos los que tenían que passar por taquilla lo han hecho ya. Claro que el país no ha hecho la película, pero segura que la distribuidora que tuviese sus derechos en España, era una gran distribuidora. Y seguro que a Sogecable, productora de PRISA, al que pertenece EL PAIS, le conviene llevarse bien con esa distribuidora si quiere que sus películas tengan acceso a alguna sala de cine en España. Quiere decir esto que somos víctimas de un complot mundial? NO. Pero que no se nos puede olvidar el por qué de lo que leemos, y para qué quieren que lo leamos.

Y no debemos dejarnos de preguntarnos, si realmente merece la pena ocupar nuestro tiempo, nuestros pensamientos y nuestras conversaciones con ello, con lo que, si no haces nada por evitarlo, te bombardean desde que te despiertas hasta que te acuestas.

Con la de películas y libros de los años 40, 50, 60, 70, 80, 90 y 200, realmente buenas que hay por ahí, que te puede apetecer ver por lo que sea... no dejes de verlas por que no te las metan con vaselina, por favor. Y no dejes de recomendárnoslas en este blog.

Yo, empiezo por una recomendación para los que vivan en Madrid.. de unos que antes salían en la tele y que aunque ya no salgan, siguen existiendo y siguen siendo igual de buenos o más. Faemino y Cansado, que actúa regularmente en la sala Galileo. Yo fui ayer a verlos y aún me duele el pesho de reírme. Que jartón:




Saludos a todos.

jueves, julio 09, 2009

Otra voz

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Este post va sólo con texto, así que hoy, por un día, prohíbido hacer fotos:



Hoy me ha escrito un email ladelatiendadelasmascotas, que hace mucho que no se pasa por aquí, que me ha encantado, es denso, pero no tiene desperdicio:

Juan Rulfo dijo una vez que en la banalidad está la magia, supongo que se refería a esas cosas que conforman el paso del tiempo, como la sonrisa que encontraste en Colombia, o, como dijera Borges, la mano de un hombre que acaricia un perro. Con la palabra “banalidad”, el escritor mexicano, quiso segnalar todos esos microacontecimientos que se suceden y llamamos rutina. Un hombre que cultiva un jardín, la forma de las nubes en el desierto, el que agradece que en la tierra haya música, el sonido de una moto que baja una calle,los que juegan un silencioso ajedrez, la brisa del Atlántico que mueve la cortina una habitación, quien descubre la mirada de Miles Davis en la espuma de los días, cada dibujo del caleidoscopio, aquel que se pasea para escuchar el río, los pasos del errante minotauro en el laberinto, el hilo de Ariadna, las ridículas cartas de amor de las que hablaba Pessoa. Banalidad, cosas banales, historias intrascendentes, acontecimientos triviales, que efectivamente llenan las horas en el eco del reloj de la memoria. Esa es la banalidad donde se esconde la magia, el realismo mágico, de la que no podemos escapar ni tú ni yo, cada uno contextualizado por el espacio y lo que no es espacio, y de la que sin embargo, siempre estamos (no me refiero necesariamente a tí) en constante fuga como si esa huída no fuera más que un fin en sí mismo. Como quien espera caminando por el borde del carril a que aparezca ese Land Rover sabiendo que no hay Land Rover y sólo hay carril. Esa es la banalidad que nos iguala.


Ahora bien, existe otra “banalidad”, que no nace forzosamente por el desconocimiento de una realidad.,y aunque sin duda la ignorancia es atrevida, no es necesariamente causa de lo banal. Me refiero a cuando la “banalidad” abandona la magia y se convierte en esa futilidad que muchos practican por inercia, esa actitud de que todo lo que ocurre alrededor de alguien (sabiendo ese alguien que el mundo se pudre entorno a él) no importa lo suficiente mientras él siga manteniéndose distante de esa realidad, habitando la parte amable del espejo. Esa solemnidad pueril con que alguien mira a los ojos profundos del mundo a través del espejo para terminar haciendose cómplice de lo que intuye que ve al mirar a los ojos profundos del mundo a través del espejo. La banalidad de quien decide salvarse, esa es la banalidad de la que no nos habla Juan Rulfo.

[...escribirte...] me pareció en definitiva, una manera de salvarte, de salir del paso, de evitar mirar a los ojos profundos del mundo a través del espejo, habitando esa parte que todos habitamos.

Todos practicamos este tipo de banalidad ( excusándonos o no en una falta de aspiraciones pretenciosas), como practicamos la banalidad llena de magia. No te falta razón cuando dices que mediante recursos y formalidades el ser humano (el poderoso, el que controla los medios de comunicación, el que hace y aplica la ley, el que decide que son y que no son las cosas, el que traza una linea y dice en que parte está la bondad del mundo, el que parte y reparte, el que llena de significados los conceptos, el que conceptualiza la realidad, el que manipula el lenguaje) puede de transformar algo banal en algo importante. Lo percibimos constantemente, me falta tiempo y papel para poner ejemplos. Pero que todo es banal, aquí te equivocas. No es banal que las empresas tengan los mismos derechos legales que los ciudadanos cuando eres un trabajador, no es banal el lenguaje cuando ese lenguaje define lo que eres, no es banal la linea que se traza cuando la bondad y tu no estáis en la misma parte , no es banal la realidad cuando te quedaste sin trozo de la tarta, igual que no son banales cada remordimiento y cada lágrima, cada sonrisa encontrada en Colombia, el hombre que cultiva un jardín, la forma de las nubes en el desierto, el que agradece que en la tierra haya música, el sonido de una moto que baja una calle,los que juegan un silencioso ajedrez, la brisa del Atlántico que mueve la cortina una habitación, quien descubre la mirada de Miles Davis en la espuma de los días, cada dibujo del caleidoscopio, aquel que se pasea para escuchar el río, los pasos del errante minotauro en el laberinto, el hilo de Ariadna, las ridículas cartas de amor de las que hablaba Pessoa.


Me ha encantado su email, ha tocado un debate que llevo conmigo mismo.. iba a decir desde que volví de Kiev, pero no es así, desde que hace años descubrí una vida llena de novedades, de aventuras.. y me pregunto si es esa vida la fuente de todo, o si es posible mantener ese mismo espíritu en tu pueblo.

Esto le he contestado a ella, y os contesto a vosotros:

"Me ha encantado.

Porque así lo sentía yo cuando lo escribía. No sé muy bien cómo explicarlo, pero la segunda banalidad de la que me hablas, realmente la estoy viviendo últimamente, y más que mirar la parte amable del espejo, es verme invadido por un cinismo que hace que no me importe mucho mirar al espejo, o menor dicho lo que vea en él... un relativismo tan extremo y exagerado que es, en realidad, cinismo pasota [...] he llegado a mil revoluciones y ni siquiera sé si quiero bajar el pistón y volver a meter la cabeza en las oscuras profundidades, o si prefiero practicar la fútil banalidad, pero no por inercia, si no por consciente y premeditada decisión."

Esto puede ser fruto de muchas cosas... cansancio momentáneo, no sé. También puede ser de algo que nos pasa a este grupo de personajes, y que podéis ver muy claramente si seguís el blgo de David en Yakarta... como él mismo cuenta en su post No te lo comas, cuando vives fuera vives un proceso de asilvestramiento, de "apersonalización y desacostumbración" fundamental para la supervivencia... en casa, sucede todo lo contrario. Muchos no estaréis de acuerdo.. pues probad a andar descalzos por los despachos de vuestra empresa madrileña, a ver cuánto duráis. Parecen grandes tonterías, banales también ;-), pero no lo son, son pequeños peldaños que te hacen situarte en un estado de alerta y aprendizaje diario, si estás dispuesto a ello.

O quizás silmplemente es que el post no le ha gustado a lachicadelatienda... pero la cosa es que yo mismo mientras escribía, no paraba de decirme:



A vosotros qué os parece?

Saludos a todos!