“No hay más certeza que la duda, ni más amor que la amistad desnuda” (Fabretti)
Nos encontramos en una disyuntiva: o ser y hacer: crear; o dejar ser hechos, que no creados.
Esperar que las contradicciones nos coloquen ante un momento mejor, ante una mejor coyuntura; esperar a que se den las “condiciones subjetivas” no parece ya una buena idea.
Ahora es el momento de tomar decisiones, aunque sea lo que menos nos apetezca del mundo, ahora que dejamos de idear, es cuando debemos empezar a usar las ideas. Ahora que hicimos amigos, es cuando no podemos dejar de usarlos. Ahora es el momento de enterrar la idea, de enterrar las barreras (y los barrerismos) y dejarnos llevar por las exuberantes formas de la acción.
Ahora que se descubre nuestro potencial, es cuando hay que usarlo. No valen ya más excusas, ni más dilaciones, ahora el tópico se vuelve mito, y el mito realidad: ahora o nunca.
Ahora es cuando debemos dejar de buscar soluciones a viejos problemas.
Ahora es cuando debemos buscar problemas a nuevas soluciones.
No podemos dejarnos engañar por relativistas ni posmodernistas; hay que salir de la cárcel; saltar por encima de la televisión, dejar de vivir en un simulacro, y acercarnos a la realidad. Vivir en realidad. Dejar de vivir en el mito (el de la caverna de Platón) y empezar el asalto al cielo.
Ahora que la guerra del golfo sí que sucedió. Ahora que se sabe mentira que la historia se acaba.
Ahora es el momento de recuperar el valor de la acción, y el duro, e
innogociable optimismo del revolucionario.
Ahora que Cortazar sirve para anunciar coches, y que el pensamiento fragmentado nos recuerda que somos menos animales y mas máquinas.
Ahora que triunfa el mito sobre la razón, y sólo sabemos comer vacas.
Nos encontramos en una disyuntiva: o ser y hacer: crear; o dejar ser hechos, que no creados.
Esperar que las contradicciones nos coloquen ante un momento mejor, ante una mejor coyuntura; esperar a que se den las “condiciones subjetivas” no parece ya una buena idea.
Ahora es el momento de tomar decisiones, aunque sea lo que menos nos apetezca del mundo, ahora que dejamos de idear, es cuando debemos empezar a usar las ideas. Ahora que hicimos amigos, es cuando no podemos dejar de usarlos. Ahora es el momento de enterrar la idea, de enterrar las barreras (y los barrerismos) y dejarnos llevar por las exuberantes formas de la acción.
Ahora que se descubre nuestro potencial, es cuando hay que usarlo. No valen ya más excusas, ni más dilaciones, ahora el tópico se vuelve mito, y el mito realidad: ahora o nunca.
Ahora es cuando debemos dejar de buscar soluciones a viejos problemas.
Ahora es cuando debemos buscar problemas a nuevas soluciones.
No podemos dejarnos engañar por relativistas ni posmodernistas; hay que salir de la cárcel; saltar por encima de la televisión, dejar de vivir en un simulacro, y acercarnos a la realidad. Vivir en realidad. Dejar de vivir en el mito (el de la caverna de Platón) y empezar el asalto al cielo.
Ahora que la guerra del golfo sí que sucedió. Ahora que se sabe mentira que la historia se acaba.
Ahora es el momento de recuperar el valor de la acción, y el duro, e
innogociable optimismo del revolucionario.
Ahora que Cortazar sirve para anunciar coches, y que el pensamiento fragmentado nos recuerda que somos menos animales y mas máquinas.
Ahora que triunfa el mito sobre la razón, y sólo sabemos comer vacas.
Ahora que hace más de un mes que no escribo.
Ahora que hace más de una mes que vivo.
Ahora es el momento de dejar de esperar el Land Rover en el camino, es el momento de caminar unidos y erguidos mirando al horizonte.
Ahora es el momento de afianzar complicidades, y de crear nuevas.
Ahora es el momento de buscar lineas de fuga.
Ahora que sólo os tengo a vosotros, ahora que se cae un imperio, ahora que nos queda poco tiempo para dejar de ser jóvenes,ahora que nos queda poco hasta que Gaia se vengue y nos vayamos todos (todos los que me interesan) al carajo por la inundaciones, y las radiaciones electromagnéticas de alta frecuencia.
Amistad, complicidad e independencia. Sólo eso somos, sólo eso tenemos.
También tenemos nuestras cadenas.
Lo primero sólo lo perderemos con la muerte. Lo segundo es todo lo que tenemos que perder.
Ahora es el momento de dejar atrás el posmodernismo, y la idea.
Sabemos que nos queremos, sabemos querernos.
Que no nos pare nadie.
Adesso, jetzt, now, agora...¡AHORA!
Ahora es el momento de dejar de esperar el Land Rover en el camino, es el momento de caminar unidos y erguidos mirando al horizonte.
Ahora es el momento de afianzar complicidades, y de crear nuevas.
Ahora es el momento de buscar lineas de fuga.
Ahora que sólo os tengo a vosotros, ahora que se cae un imperio, ahora que nos queda poco tiempo para dejar de ser jóvenes,ahora que nos queda poco hasta que Gaia se vengue y nos vayamos todos (todos los que me interesan) al carajo por la inundaciones, y las radiaciones electromagnéticas de alta frecuencia.
Amistad, complicidad e independencia. Sólo eso somos, sólo eso tenemos.
También tenemos nuestras cadenas.
Lo primero sólo lo perderemos con la muerte. Lo segundo es todo lo que tenemos que perder.
Ahora es el momento de dejar atrás el posmodernismo, y la idea.
Sabemos que nos queremos, sabemos querernos.
Que no nos pare nadie.
Adesso, jetzt, now, agora...¡AHORA!
3 comentarios:
Se abre el telon,no todo es tan facil,aparece el marco de una ventana,y casi parece no tener cristales y la vida a un toque de piedra,lejos de la vida como comentario,y lejos de la espera de un Land Rover ficticio que pasa pero ke nunca termina por llegar mientras las horas y los minutos son los ke nos empujan,y van abriendo distancias tan profundas como las arrugas del mundo,pero lo Extra-ordinario a un toque de piedra,...,las manos calientes cogen la piedra,la lanzan contra los critales,rompen el marco y la ventana,abrazan la saudade
De acuerdo.
¿Pero por qué anónimo?
Jejeje
Me encanta que te guste.
De los chavales que salen en la foto no hay ninguno de menos de 24 años.
Pero la verdad que sí que me siento un poco abuelo cuando salgo...aunque, no creas, aquí hay de todo.
Esta ciudad es la caña, a ver si venis.
¡Nos vemos mañana!
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