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Después de un fin de semana de locura, en el que nos hemos juntado en Madrid tantos amigos y tantos sitios, y que ha hecho que me deje allí el cuarenta por ciento de las cosas que me teñía que traer, y dentro de ese cuarenta, el noventa por ciento de las importantes, ya estoy aquí, en Sao Paulo. Para los románticos, no hablo de esas amistades no los cariños que me dejo en Madrid… como cosas importantes que me he dejado están hasta un guioncito cariñosamente hecho en el que me había resumido mis tareas laborales para esta primera semana aquí… una pena que ya no tenga edad pa llevarlo todo p’adelante con éxito. Finde de locura, la listita de tareas en Madrid, yo en Sao Paulo, y la primera semana tocará improvisar. Siempre pienso que debí ser alemán.
Y es que me vengo a Sao Paulo, he llegado hoy y me quedaré por aquí hasta el 12 de diciembre. Los que os quedáis en las Españas, yo me podéis ir planeando una fiesta sorpresa para mi vuelta. Para todos, espero de tener ir tiempo de contaros lo que se cuece por aquí, lo que hay que hacer y lo que no, lo que se hace y lo que no, lo que se cuenta y se hace, y lo que se hace que no se cuenta, incluso lo que se cuenta pero en realidad no hace nadie.
Una de las primeras cosas que veo que no debe hacer mucha gente es ir a las piscinas y o la sauna que tiene en las terrazas de los edificios, los buenos me imagino. Hoy estoy en un apartahotel, que como muchos de los que he mirado por Internet antes de llegar aquí, tienen piscina y sauna… la sauna apagada y la piscina o bañera al aire libre para capacidad para dos personas. Así que no, no las puede utilizar mucha gente. Aparte de estos problemillas de LadyDy, tampoco tengo mucho más que contaros, ya que he aterrizado hace algunas horas, que no sean mis sensaciones, que empiezo a plasmar aquí, aviso para que pueda cerrar la ventana o volver a www.jesusalvarado.com el que quiera…
Hacía mucho tiempo que no llegaba solo, totalmente solo a una ciudad, y casi se me había olvidado lo débil que se te vuelve la voz en las primeras horas y lo perdido que estás. Da igual que el idioma sea más o menos accesible, estás solo y ante cualquier complicación te tambaleas… no, encontrarte la sauna apagada no entra en la categoría de complicaciones. En realidad, contadas ahora, a este folio, y leídas por vosotros, en vuestra pantalla de ordenador con 20 ventanas más abiertas, seguro que tampoco os parecen el fin del mundo, pero cunado te encuentras en ellas hay que hacer un verdadero esfuerzo para que al menos te dé igual no poder solucionarlos, y no venirte abajo. . Aunque esta vez a esto se le incorpora un elemento extraño, que sé perfectamente lo que vengo a hacer, en el plano académico o profesional ya conozco lo que haré, y en el lúdico sé también que, por bien que me lo pase, me irá casi tan perdido como estoy ahora, no aspiro a aprender a moverme por Sao Paulo en dos meses. Aunque ya me ha dado tiempo a encontrar un bareto brasileño par aponerme jincho de un montón de cosas buenísimas, y eso siempre hace que cualquier sitio ya caiga simpático de entrada, un aquí voy a estar bien.
Hoy al llegar de aeropuerto, donde por cierto me esperaba un chófer en traje y corbata con un cochazo de cristales tintados… que me imagino que los tintaron para que desde fuera no vean a la gentuza que llevan dentro… espero no haber sido el único que les llegaba con los pantalones cortos y guarros y la camiseta penca de un día en la latina de cervezas y sol y pa dentro al avión y una noche de viaje… decía, que al llegar al apartahotel que se suponía que tenía alquilado para dos meses, la mujer de la agencia me dice que no tiene ni toalla ni sábanas, que es día festivo e imposible comprar… y que no me puede dar esa habitación… yo, una cabeza muy grande desconcertada, dos maletas muy pesadas pese haberme olvidado el 40% de las cosas que me quería traer y el 90% de las que me tenía que traer, un ordenata, una cámara de fotos (esperemos que no lea esto ninguna limpiadora ávida del hotel… ), todo cosas muy pesadas aunque de poquísimo valor (por si acaso), casi 11 horas de vuelo y pocas de sueño, y como os he dicho, un gran finde a mis espaldas, con todo ello junto le preguntó “y ahora qué hago?” y ya me dice, “ay, yo no shè”… veo que las agencias de alquiler son iguales todas en el mundo, su única función es cobrar un dinero x que ni se lleva el propietario ni se ahorra el inquilino, igual que antes se donaba una parte a la iglesia, ahora, a la puta agencia.
Y aquí es donde estoy y esto lo que se ve desde mi ventana:
Asomándose y estirando el pescuezo pa fuera:
Y, como decirlo, incluso a través de la pared… lo que veis debajo de la ventana es la máquina del aire, y las luces, huecos entre la máquina y la pared… la ventana tiene un pestillo antiniños muy bueno.. pero como el niño ande muy desengañado de la vida o un poco desesperado, se cuela por el hueco ese y se tira sin mucho esfuerzo. A chuparla el niño:
Y el poquito de musiquita, que es lo único que merece la pena de lo que os dejo por aquí!
Ni lo sé, ni lo quiero pensar - Sr. Chinarro
Saludos para todos!
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