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Anda por aqui, y parece que es para quedarse. Lo extrano es que aquellos que dicen haberle visto no son capaces de explicar como es su cara. La respuesta relata siempre lo mismo: “el garfio”. Ni siquiera hay acuerdo sobre si es a la izquierda o a la derecha donde a nuestro misterioso visitante le falta una mano.
Yo tacharia estos sucesos como una broma de mal gusto sino fuera porque entre aquellos desgraciados que han visto el relucir del garfio se encuentran muchas de las mas respetadas personalidades de nuestra bella y amenazada ciudad.
Siempre es dificil explicar los sentimientos, son nuestros poetas con su bellas rimas los que se encargan de hacernos sentir al leer sus maravillosos libros como se siente el projimo, como se siente el autor, o como te sientes o te sentistes tu. Pero incluso para ellos es dificil escribir tales palabras, y solo lo consiguen despues de duras horas de concentracion frente a la impasividad de la hoja en blanco. Lo que yo intento expresaros ahora con mis torpes palabras es el estado de animo en que todo un colectivo, los habitantes de nuestra hermosa y pequena ciudad, tienen desde hace unos dias: justo desde que el pequeno Ismael viera al Misterioso Hombre del Garfio.
Es una falta de experenza lo que se apodera de los corazones de nuestras gentes, las ganas de cumplir que el bendito deber que nos fue encargado el dia en que pusimos un pie en nuestra maravillosa ciudad se ha esfumado, nuestro pueblo parece haber perdido la fe en los valores sagrados que mantienen a nuestra sociedad en orden: trabajo, familia y religion. Esto es una tragedia que, aunque parezca una majarada, no cabe ya duda atribuirle a la llegada del afilado metal que porta nuestro sombrio nuevo vecino.
Pero nuestro pueblo se ha sobrepuesto siempre a las constantes amenazas que desde tiempos lejanos han intentado acabar con la felicidad de nuestros hogares. Y no sera un ridiculo hombre de una sola mano el que acabe con ella.
Ahora es el momento de aferrarnos a nuestros ideales de orden y ley. Hasta ahora la cobarde sombra rehuye mi encuentro, como tambien parecen rehuir de mi aquellos que dicen los miserables -nuestros enemigos de siempre- que pasean por las calles imitando a el perverso vagabundo.
El dia que me lo encuentre, que sera mucho mas temprano que tarde ya que este joven periodista no abandona las calles ni por un momento, no duden que le mirare a los ojos con la caracteristica templanza que solo mi amado pueblo posee, y le invitare a marcharse.
Eso es lo que hare yo. Que haran Ustedes entonces si se encuentran al Misterioso Hombre del Garfio?
jueves, septiembre 04, 2008
El Misterioso hombre del garfio
Publicado por Alberto en 6:37 p. m.
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1 comentario:
Jeje, buena Mortius!
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