Parece obvio que nuestro planeta, y con ello las futuras generaciones, los bosques, las selvas, el perro del vecino, el vecino, la vecina, las futuras generaciones de vecinos y vecinas, las futuras generaciones del vecino y las de la vecina, e incluso las futuras generaciones del perro del vecino, y nosotros a nada que las cosas se aceleren un poquito, se van, o nos vamos, a chuparla.

Ante esta situación, se abre esta convocatoria para la presentación de ideas que eviten las destrucción total o parcial del planeta en el que vivimos y que faciliten su conservación tal y como lo conocemos o incluso como lo recordamos (en ese caso, recuperación). Se valorarán la originalidad de las mismas, así como que su puesta en práctica no requiera eliminar de forma violenta jefes de estado, lo que complicaría tremendamente su viabilidad. El plazo para la presentación de ideas es el punto de no retorno en la destrucción del planeta, no se admitirán ideas presentadas tras dicha fecha puesto que no servirán para lo que viene siendo ni un pimiento. Las ideas presentadas deberán adjuntar un mínimo de sentido común y de conciencia sobre el qué, a dónde y para qué, que tanto tiempo llevábamos preguntándonos y que ahora parecen ser lo de menos.
La idea elegida, de forma imparcial, por un tribunal compuesto por historia, futuro, incertidumbre y ciencia, será premiada con la posibilidad de cambiar el rumbo de la existencia de la humanidad, salvándola de la inercia.
En caso de que ninguna idea cumple con los requisitos mencionados, el premio puede quedar vacante.