Si os habéis metido en lo blogs madrigueras de otros inadaptados, habréis visto que una de ellas tiene la poca vergüenza de felicitar la navidad en camiseta, poniendo los dientes largos, y obligando a bajar las persianas, o mejor dicho, haciendo desear bajar las persianas si las hubiese tenido, a más de uno... o al menos a uno, a un servidor, para evitar comparar sus fotos con las vistas que me ofrece la ventana... preciosas, eso sí. Ahora, muerto de frío, pero como podéis ver en la foto, mucho más legitimado paras felicitar las navidades que los manguicortos que pululan por ahí.
Esa es la calle en la que vivo y eses el panorama que me encontré la semana pasada a la hora de ir a mi curso diario de ruski... y la carpeta que de esa forma, estilo fémina adolescente, contiene todo lo que sé de ese idioma, por ello que la agarro y protejo de esa forma, instintivamente, ya que el aprendizaje de este idioma está siendo mi luz y mi guía, mi motivación diaria para tirarme a la calle y no invernar cual oso yogui... y me agarro inconscientemente a ella, como se ve en la foto. No es que me duela la tripa, ni que esté esperando que me hagan la foto para irme al baño.
De vez en cuando, como me ha pasado este fin de semana, encuentras otras maravillosas motivaciones, que te hacen enfrentarte al frío y a la nieve y tirarte a seguir conociendo la ciudad, que por cierto, cada día me parece más inmensa e inabarcable. Y es que es increíble como una sola persona te puede cambiar una ciudad entera. Es algo que ya me había pasado otras veces, en otras ciudades. Crees que ya la conoces un poquito, que ya la estás caracterizando y clasificando y llega una personita minúscula y te la cambia por completo. Aunque esa ciudad ya te gustase, le descubres otros matices, otra vida, otra energía diferente. Y la gente reacciona de forma diferente a la que habría reaccionado ante ese sólo guiri con pinta de turco... con lo que descubres también a la gente, como al chico taxista (aquí nunca sabes si todos los habitantes son taxistas, o si nadie es taxista pero ejerce como tal...) que nos llevó gratis a casa...
O eso, o de vez en cuando te pasan cosas que te cambian a ti, y eres tu el que ves todo de forma diferente...
Espero que esa cosilla me siga cambiando durante mucho tiempo. Me gusta mucho más esa versión del mundo que me enseña, ese no infierno.
viernes, noviembre 23, 2007
холодна, o frío, que te cagas!!!
Publicado por Edu en 6:19 p. m.
Etiquetas: becas icex, Kiev
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6 comentarios:
Bonita declaración de amor, jejeje...intuyo que alguna terrorista sarda ha estado por alli...
Besitos para tu culito fresquito.
Edu,
tu blog si que es un faro en la niebla!! jajaja...o en la nieve!!
Claro que si coño, caminito de nieve, me recuerda mi epoca por suecia y po canada....oooh....y me recuerda MAS el motivo de pillarme el caribe de destino!!!! jajaja
pronto, te mando yo felicitaciones navideñas en camisetacorta!!
Por cierto, me he acordado de ti, porque he empezado a ir a la pisci por aqui...ooh...esos 50 metros...
Un abrazote tio, disfruta de esos pequeños momentos, y de esa gente que al final hace que los destinos valgan la pena!!
Qué grande Francesca!
Au!
Edu! te falta el gorro rojo y los renos!!
Un besazo desde tierras más cálidas ;)
Ay Edu, te leo y tiemblo... que aqui aún no ha llegado la nieve, nos conformamos con una capilla de hielo..
Anda Edu, ponme en el privilegiado grupo de tus links!!!
Besazo -Denteq
Inés
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